¿Por qué suelo compartir recetas sin gluten y veganas?

¿Por qué suelo compartir recetas sin gluten y veganas?

En las redes sociales, suelo compartir recetas libres de gluten y de producto animal.


¿Por qué? 


Pues bien, en relación al producto animal, sabemos que cuanto más vegetal sea nuestra alimentación, más alcalinidad habrá en nuestro organismo, ya conocemos la gran importancia de eliminar acidez para poder recuperarnos de alguna situación que estemos atravesando, por ejemplo, en procesos oncológicos, va a ser siempre fundamental atender a esta situación. De cualquier manera, nuestro organismo agradecerá esta situación de reducción, desde un punto de vista general de desintoxicación, nuestro organismo lo agradece, así como la reducción de alimentos procesados, por sus pesticidas y metales pesados, y de lo que son las harinas, principalmente las refinadas. Es decir que "nuestros filtros" agradecen este enfoque nutricional independientemente de no padecer una situación de salud grave.


Concretamente sobre los lácteos, hemos podido saber en los últimos años que la leche ha sido retirada del plato saludable de la Universidad Internacional de Harvard, tal como ha sido constatado en diversas fuentes científicas, en las cuales nos ha podido llegar la información, también a menudo a través de charlas que miles de doctores altruistamente nos brindan en congresos nacionales e internacionales, sobre el hecho de que, los lácteos, no son amigos de nuestros huesos, sino que provocan osteoporosis, artritis, artrosis, así como diversas alergias alimentarias y "parasitaciones". La información reciente relacionada con la leche se puede constatar en la página oficial de Harvard, la página de Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, así como en numerosos ensayos científicos y referencias bibliográficas de la principal base de datos de investigación médica y biomédica de la NLM, national library of medicine: National Center for Biotechnology Information: PubMed®


El tema del gluten es bastante extenso, poco a poco iré compartiendo información que considero fundamental, pero las investigaciones de los últimos años son cada vez más determinantes en relación a su influencia sobre la microbiota intestinal y sobre nuestro equilibrio hormonal, tanto por la gliadina que contiene, la cual provoca zonulina y con ello dificulta que nuestra barrera intestinal esté sellada, como por el glifosato que soporta el trigo, siendo este herbicida un auténtico veneno. A menudo no se trata de que nuestro sistema inmune, que reacciona ante el pan, o las pastas blancas, se esté poniendo en marcha frente al gluten, sino que puede reaccionar en realidad a lo que le acompaña (glifosato, levaduras, bromuro…). Un compendio de circunstancias que, unidas a la gliadina, provoca un posible bloqueo de la tiroides. Es por esto que, a menudo, cuando se trata de cereales de calidad y de masa madre de fermentación larga (en la cual da lugar a que se descomponga la gliadina), nuestro cuerpo quizás sí reaccione bien ante ese pan. No obstante, cabe señalar que hay un problema añadido de falta de producción enzimática y de permeabilidad intestinal: por un lado la gliadina es rica en prolina y ésta inhibe la producción de enzimas, pero además, tanto el trigo como el centeno y como la cebada, son ricos en fructanos, los cuales son muy difícilmente digeribles por nuestras enzimas, por lo que acaban siendo fermentados por nuestras bacterias intestinales.


Normalmente, las personas a las que atiendo tienen, o bien una patología asociada a alergias/sensibilidad alimentarias (como son problemas respiratorios, dermatológicos, intestinales, psicológicos, obesidad, fibromialgia, enfermedades autoinmunes como tiroiditis de hashimoto, … situaciones en las cuales participa el sistema inmunológico); o bien tienen una situación asociada a un problema de permeabilidad intestinal, es decir, una disbiosis inducida por ejemplo por metales pesados (cadmio, hierro,...) o fármacos (ainies, inhibidores de la proteasa VIH, antibióticos, quimioterapia), o alcohol o nicotina, o también enfermedades sistémicas como la artritis reumatoide, epilepsia, celiaquía, estrés …también parásitos o sobrecrecimiento de bacterias como helicobacter pilori, escherichia coli, salmonela, bacteroides... o virus como rotavirus o VIH. El tema de los metales pesados es algo a tener muy en cuenta, cada día más. Existen, por ejemplo, diversos estudios que afirman que la presencia de mercurio, acompañando a cierta escasez de bacterias lactobacillus, se asocia con una candidiasis crónica.


En las situaciones que menciono es necesario, entre otras cosas, eliminar el gluten y hacer, por otro lado, una reducción del producto animal, en especial, los lácteos y carnes rojas. Así mismo, señalar que, a menudo en ambos casos, he observado durante años una causa raíz de hipoclorhidria. Frecuentemente, podemos padecer una hipoclohidria que ocasione alergias alimentarias y/o sobrecrecimiento de helicobacter y/o sibo. Y puede ocasionar también intolerancias alimentarias, no solo alergias alimentarias, es decir, no solo reacciones tóxicas que implican al sistema inmune, sino intolerancias, reacciones no tóxicas que se producen hacia la lactosa, los fructanos, la fructosa, los carbohidratos fermentables, la cafeína,... en las cuales la causa puede ser farmacológica o bien un fallo en la producción enzimática derivada de una posible hipoclorhidria.


Este artículo es un resumen sintetizado sobre el porqué decidí compartir recetas libres de gluten y de producto animal. 


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©Laura González es experta en medicina de extremo oriente y nutrición integrativa, certificada en evidencia científica sobre microbiota intestinal, ha trabajado durante años con procesos oncológicos en colaboración médica y ha sido la coordinadora de un departamento de coaching en cocina saludable en área clínica internacional donde fue elegida talento del año en 2017.

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